¿Qué es el purín?, ¿Para qué sirve y qué problema genera?

Los purines son un residuo de las granjas porcinas constituido por una mezcla de estiércol sólido y líquido que se utiliza como abono o fertilizante orgánico que permite mejorar la estructura del suelo y aumenta la capacidad de absorber diversos nutrientes y agua en las tierras de cultivo. Por tanto, gracias a estos nutrientes que aportan los purines se garantizan las necesidades de la producción agrícola sin dejar la tierra agotada.

A pesar de las ventajas que supone para el suelo el uso de purines, si se utilizan sin control y no se realiza un buen tratamiento de purines, nos encontramos ante un resultado contrario al deseado con graves problemas medioambientales, sobre todo en zonas donde la ganadería intensiva está muy explotada; suelos sobrecargados de nutrientes y aguas subterráneas contaminadas por excesos.
 

Gestión y tratamiento de purines

El tratamiento de los purines sirve para separar nutrientes y subproductos mediante procesos físicos, químicos y biológicos con el fin de rebajar las cargas contaminantes y poder gestionarlas por separado. Los productos que se obtienen después de tratar los purines son más aprovechables por separado que con la mezcla inicial.

A partir de la década de los años 1990 la Administración empezó a regular las deyecciones ganaderas y el proceso del tratamiento de purines, por lo que en zonas con alta concentración ganadera es necesario instalar equipamientos para granjas con plantas de tratamiento de purines que permitan tratar grandes volúmenes.

Todo el proceso de gestión de purines comienza con la recogida de purines en el interior de las fosas de las naves. Para poder realizar un correcto tratamiento de purines es necesario canalizarlos hacia las balsas de lona o depósito de purines. Una vez allí se puede empezar a aplicar todos los procesos de separación de purines.

El primer tratamiento que se realiza en los purines es la separación sólido-líquido con un separador de purines, proceso donde se quita la carga de materia sólida existente en el purín para gestionar como un sólido y se obtiene una fracción sólida compostable y una fracción líquida con menor carga de nutrientes. A esta última se le seguirá realizando tratamientos para extraer más nutrientes.

Separador de purines sólido-líquido
 

Una vez realizado el tratamiento físico de separación sólido-líquido se pueden seguir llevando a cabo tratamientos biológicos y/o químicos para extraer más nutrientes disueltos en el purín. Mediante segundos procesos de filtración o centrifugación de la fracción líquida, se extraen estos nutrientes en formato sólido hasta conseguir un líquido con el mínimo de carga orgánica.

 

Planta de secado de purines
Actualmente, todos estos procesos para llevar a cabo un correcto tratamiento de purines están automatizados mediante un cuadro eléctrico con un autómata que gracias a las sondas Redox y toda la programación informática se procede de forma automática a realizar los diferentes tratamientos deseados en el momento que corresponde.
 

Gestión planta de tratamiento automática

Ventajas de tratar los purines

Por una parte, lo más importante de tratar los purines se convierte en la buena gestión de este residuo, cumplir normativas y cuidar el medio ambiente consiguiendo que un residuo se transforme en un subproducto reutilizable y revalorado. Por otra parte, las principales ventajas del correcto tratamiento de purines es realizar una gestión cuidadosa de los aportes de nutrientes a nuestros suelos de forma controlada y precisa además de reducir la necesidad de superficie agrícola para la gestión de los purines.

SAHIVO cuenta con una larga experiencia en el sector agrícola ganadero y especialmente con las instalaciones de tratamiento de purines. En la actualidad diseñamos e instalamos plantas completas de tratamiento biológico y físico-químico, consiguiendo reducciones de nitrógeno de un 90%. En SAHIVO estudiamos cada caso de forma personalizada para aportar las múltiples soluciones que pueda requerir cada explotación ganadera.

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